martes, 19 de enero de 2016

Enrique IV y el unicornio

Acta de la Exhumación del cadáver de Enrique IV

Real Monasterio de Guadalupe (Cáceres)

En el Real Monasterio de la villa de Guadalupe, en la noche del diecinueve de octubre de mil novecientos cuarenta y seis, y previa autorización del Emmo. Sr. Cardenal Arzobispo de Toledo y del M. R. O. Provincial de la Seráfica Provincia de Andalucía, los académicos de la Historia…. (los nombra) y en presencia del M.R.P Provincial… (los nombra)
…se  personaron todos en la iglesia de Nuestra Señora para abrir los sepulcros donde se encuentran los restos de la Reina doña María de Aragón y de Enrique IV de Castilla..
Quitada la tabla medio-relieve que se encuentra debajo del cuadro de la Anunciación, en el lado del Evangelio del altar mayor, quedó descubierto una galería con bóveda de medio cañón y arco apuntado, donde había dos cajas de madera, lisas, del siglo XVII. En una de ellas encontraron los restos momificados, pero muy destruidos, de la Reina Doña María, envueltos en un sudario de lino, cuya momia no ofrecía material de estudio. En la otra caja, los restos de Enrique IV, envueltos en un damasco brocado del siglo XV, sudario de lino, restos de ropa de terciopelo, calzas o borceguíes. Se procedió a la medición antropológica de la momia y examen de las telas, retirando un trozo pequeño de damasco para su estudio, el cual pasará al Museo de telas y bordados del Real Monasterio.
En un ángulo del dicho cajón se encontró un objeto fusiforme gris que, remitido para su examen e identificación al Instituto de Biología Animal del C.S.I.C, resultó ser un fragmento de cuerno de rinoceronte africano.

Fuente: “En busca del unicornio” Juan Eslava Galán. 1987





En 1440 a la edad de 15 años, Enrique IV se casó con Blanca de Navarra. En mayo de 1453 el obispo de Segovia declaró nulo el matrimonio al atribuirle una impotencia sexual al rey debida a un maleficio. No obstante, algunas prostitutas testificaron haber tenido relaciones sexuales con el rey. Por lo cual la impotencia creían que se debía a un hechizo.
En 1455 el rey Enrique IV se volvió a casar. Esta vez con Juana de Portugal. En 1462 la reina tuvo una hija a la que pusieron de nombre Juana. Pero la gente pensó que esta hija no era del rey sino de Beltrán de la Cueva. Por eso se le apodó “Juana la Beltraneja”.
El rey murió e 1474 y nunca pudo saberse a ciencia cierta si Juana era hija de él o de don Beltrán de la Cueva. Así como tampoco pudo saberse si en realidad el rey era impotente o no. De hecho se le llamó Enrique IV “El impotente” y así pasó a la posteridad.
Una vez dicho esto es muy interesante leer el acta del levantamiento de su cadáver. ¿Qué hacía ese trozo de cuerno de rinoceronte en su ataúd?
El tema es que hay indicios, no demasiado claros de que hubo una expedición a África en busca de un supuesto animal mitológico que tenía forma de caballo y que disponía de un largo cuerno en su frente cuyo cuerno poseía propiedades terapéuticas. Y la más importante de ellas era que curaba la impotencia.

A uno le da qué pensar ese hallazgo del cuerno de rinoceronte. Porque está claro que el unicornio no era otra cosa más que un rinoceronte. ¿Hubo realmente una expedición al centro de África en busca del unicornio? No se sabe. Pero insisto: ¿Qué respuesta se le da al trozo de rinoceronte africano encontrado en  el ataúd del rey? 

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