jueves, 21 de enero de 2016

La expedición al país de Punt por la reina Hatshepsut

Una de las personalidades más interesantes de la historia de Egipto, Hatshepsut, esposa de Tutmés II, faraón de la XVIII dinastía, subió al trono a la muerte de este, un hecho sin precedentes en el país del Nilo, ya que era la primera vez que una mujer ceñía la corona de las Dos Tierras



Gracias sobre todo al apoyo de sus consejeros, Hatshepsut logró mantener las riendas de su reino hasta su muerte, acaecida hacia 1484 a. C.
Su reinado se caracterizó por su pacifismo. Apoyó el comercio y las construcciones monumentales. En una de estas construcciones, su templo funerario de Deir-el-Bahari, se ha encontrado la narración ilustrada de una de las expediciones comerciales más importantes emprendidas bajo su reinado: el viaje al país de Punt.



La expedición al país de Punt

En 1493 a. C, la reina Hatshepsut envió una flotilla de cinco naves, con treinta remeros cada una, desde Kosseit, en la costa del mar Rojo, a la tierra de Punt, también conocida como Tierra de los Dioses, situada al norte de la actual Somalia. El viaje no se hizo por el río Nilo como era costumbre, sino por mar. Era esta una nueva ruta mucho más difícil, pero libre de intermediarios. Es decir que no había que pagar a nadie para vender o comprar los productos. La travesía por el mar Rojo, con unas naves entre 20 y 30 metros de eslora (distancia de la proa a la popa) y con una sola vela, fue accidentada, dada la gran cantidad de arrecifes y los fuertes vientos que soplan en invierno.


El país de Punt y sus habitantes

Tras la travesía, los expedicionarios arribaron a las costas de Punt, a unos 1.000 Km al sur de Kosseit. Allí fueron recibidos por el rey de estas tierras, al que ofrecieron regalos enviados por la reina Hatshepsut: joyas y estatuillas de culto.

Las descripciones de este lugar, halladas en el templo de Deir-el-Bahari, ponen énfasis en las cabañas circulares, construidas sobre pilones, que servían de morada a las gentes de Punt. Incluso la escalera que servía de acceso a las viviendas está fielmente reflejada en los relieves.

martes, 19 de enero de 2016

Enrique IV y el unicornio

Acta de la Exhumación del cadáver de Enrique IV

Real Monasterio de Guadalupe (Cáceres)

En el Real Monasterio de la villa de Guadalupe, en la noche del diecinueve de octubre de mil novecientos cuarenta y seis, y previa autorización del Emmo. Sr. Cardenal Arzobispo de Toledo y del M. R. O. Provincial de la Seráfica Provincia de Andalucía, los académicos de la Historia…. (los nombra) y en presencia del M.R.P Provincial… (los nombra)
…se  personaron todos en la iglesia de Nuestra Señora para abrir los sepulcros donde se encuentran los restos de la Reina doña María de Aragón y de Enrique IV de Castilla..
Quitada la tabla medio-relieve que se encuentra debajo del cuadro de la Anunciación, en el lado del Evangelio del altar mayor, quedó descubierto una galería con bóveda de medio cañón y arco apuntado, donde había dos cajas de madera, lisas, del siglo XVII. En una de ellas encontraron los restos momificados, pero muy destruidos, de la Reina Doña María, envueltos en un sudario de lino, cuya momia no ofrecía material de estudio. En la otra caja, los restos de Enrique IV, envueltos en un damasco brocado del siglo XV, sudario de lino, restos de ropa de terciopelo, calzas o borceguíes. Se procedió a la medición antropológica de la momia y examen de las telas, retirando un trozo pequeño de damasco para su estudio, el cual pasará al Museo de telas y bordados del Real Monasterio.
En un ángulo del dicho cajón se encontró un objeto fusiforme gris que, remitido para su examen e identificación al Instituto de Biología Animal del C.S.I.C, resultó ser un fragmento de cuerno de rinoceronte africano.

Fuente: “En busca del unicornio” Juan Eslava Galán. 1987





En 1440 a la edad de 15 años, Enrique IV se casó con Blanca de Navarra. En mayo de 1453 el obispo de Segovia declaró nulo el matrimonio al atribuirle una impotencia sexual al rey debida a un maleficio. No obstante, algunas prostitutas testificaron haber tenido relaciones sexuales con el rey. Por lo cual la impotencia creían que se debía a un hechizo.
En 1455 el rey Enrique IV se volvió a casar. Esta vez con Juana de Portugal. En 1462 la reina tuvo una hija a la que pusieron de nombre Juana. Pero la gente pensó que esta hija no era del rey sino de Beltrán de la Cueva. Por eso se le apodó “Juana la Beltraneja”.
El rey murió e 1474 y nunca pudo saberse a ciencia cierta si Juana era hija de él o de don Beltrán de la Cueva. Así como tampoco pudo saberse si en realidad el rey era impotente o no. De hecho se le llamó Enrique IV “El impotente” y así pasó a la posteridad.
Una vez dicho esto es muy interesante leer el acta del levantamiento de su cadáver. ¿Qué hacía ese trozo de cuerno de rinoceronte en su ataúd?
El tema es que hay indicios, no demasiado claros de que hubo una expedición a África en busca de un supuesto animal mitológico que tenía forma de caballo y que disponía de un largo cuerno en su frente cuyo cuerno poseía propiedades terapéuticas. Y la más importante de ellas era que curaba la impotencia.

A uno le da qué pensar ese hallazgo del cuerno de rinoceronte. Porque está claro que el unicornio no era otra cosa más que un rinoceronte. ¿Hubo realmente una expedición al centro de África en busca del unicornio? No se sabe. Pero insisto: ¿Qué respuesta se le da al trozo de rinoceronte africano encontrado en  el ataúd del rey?